Somos propensos a ajustar cuentas, que es venganza, pero no a dar cuentas y razón de nuestras opiniones o nuestros sentimientos.
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| Somos rehenes de la eternidad, cautivos en el tiempo.
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| Son campanas de palo las razones de los pobres
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| Son grandes las ventajas industriales que se derivan del principio económico de la división del trabajo, pero por él se ha privado de alma y de vida al trabajo del hombre.
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| Son los problemas sin resolver los que mantienen activa la mente.
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| Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre: no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido.
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| Son moderados todos los que tienen miedo o todos los que piensan traicionar de alguna forma.
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| Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.
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| Son signos de la superioridad del hombre la resistencia al trabajo, a la enfermedad y a las penas, la capacidad para el esfuerzo y el equilibrio nervioso.
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| Soñar en teoría, es vivir un poco, pero vivir soñando es no existir.
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